Evento:
Del latín, eventus-casual. Si bien esta palabra significa «lo que sucede imprevistamente», «una contingencia de realización incierta», con el tiempo y el uso se extendió hasta de englobar con ella todo tipo de acontecimiento previamente organizado. Esta acepción ha sido recientemente aceptada por la Real Academia Española y muchos diccionarios nuevos, aunque todavía genera algunas críticas por su empleo. En Uruguay, Chile, Brasil, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, México, entre otros países, y últimamente también España, la emplean con el significado indicado.
Los eventos pueden clasificarse de acuerdo a diversos criterios. Por el tipo de público al que están dirigidos (Ver público), se clasifican en abiertos o cerrados (estos últimos, a su vez, de acuerdo al tipo de asistentes: congreso, conferencia de prensa, cena de gala, etcétera). El criterio del tipo de admisión importa aspectos tanto relativos a la vestimenta (gala, elegante sport, noche) como a los costos (pago o gratuito; con invitación o con entrada o libre, etcétera). Otro criterio para clasificar los eventos es su envergadura, la cual se establece tanto por la cantidad de público asistente (grandes reuniones o congresos, jornadas, asambleas) o pequeñas reuniones (panel, comisión, grupo de trabajo), como por la jerarquía de los participantes (conferencia) o por la duración y la programación (jornada, exposición).
Fuente:
ABCDEventos 
